domingo, 18 de marzo de 2018

LO QUE NOS FALTABA UNA BARBIE FRIDA


Estoy de acuerdo que Frida Kahlo fue una mujer singular, valiente, libre pensadora, independiente, aun cuando esto ultimo es cuestionable por su tórrida relación con Diego Rivera a quien se sometió y le perdonó todo, hasta que se acostara con su propia hermana. Sin embargo, la mercadotecnia la ha entronizado como icono feminista. Su trascendencia como pintora cobra sentido, cuando a pesar de sus tragedias; una polio temprana y un dramático  accidente que la sumió toda su vida en  profundos dolores físicos y emocionales, comienza a pintar. Alentada por Diego Rivera quien se convierte en su mentor y pareja. Atada a una cama que no le permitía otra cosa que ser sujeto de su propia obra donde refleja por sobre todo los temas, su tragedia y tormento.
¿Qué pensará Frida de la banalidad en que la han convertido sin ningún recato?  Una mujer que pensaba diferente, que   para su época era una novedad y escándalo.  Y más en la mira de todos, por   ser pareja del pintor mas reconocido del México de entonces.
El que hayan sacado una Barbie Frida es la cereza del pastel de la fridomanía. Aun cuando Mattel diga  que forma parte de una colección de mujeres inspiradoras, malamente podrá inspirar a una chiquilla a quién no  le informaran que  su peculiar manera de peinarse y vestirse era  resultado de la vida que le tocó vivir; Su peinado por pasar tanto tiempo en la cama, y   su manera de vestir, con el traje tradicional de Tehuana que  respondía a su ideología comunista e igualitaria, y  a la necesidad de cubrir   sus  imperfecciones físicas: una pierna varios centímetros más corta y un corsé que sostenía hasta la cadera su frágil y macerado cuerpo. Muchas no se enteraran de la verdadera Frida, solo podrán ver que la Frida de Mattel es de tez muy blanca, ojos claros, nariz respingada, sus brazos y piernas  estilizados, muy diferente a la que vemos en sus propios autorretratos; Una mujer recia, de tez mas bien morena, cubierta de vellos, con un incipiente bigote, nariz gruesa, cejas pobladas, ojos negros y de poca estatura.
Declarada por la mercadotecnia como icono del feminismo de una sociedad que todo se lo apropia, lo distorsiona, lo banaliza… Las mujeres no podemos dejar de preguntarnos ¿De cuál feminismo hablan? ¿El de pasarelas de la moda internacionales, de restaurantes gourmets y de múltiples productos que inundan el mercado oficiales y piratas?
El feminismo no es una etiqueta, ni una moda, es un derecho. Frida debe estar revolcándose, donde quiera que esté diciendo...
¡Lo que me faltaba una Barbie Frida!



No hay comentarios:

Publicar un comentario