domingo, 30 de noviembre de 2014

¿Y AHORA QUIEN NOS PODRÁ DEFENDER ?


Ahora que se fue  nuestro Chapulin Colorado, quien se enfrentaba a todo con osadía nadie nos podrá defender sino nosotros mismos de nuestros Servidores Públicos, que poco a poco se han apoderado de nuestras instituciones y se enseñorean  como si ellos fueran los dueños. Un lugar donde se ofenden cuando les pides cuenta y aun  encontrándolos culpables nos los puedes despedir.  Hemos estado muy desatentos como ciudadanos y en parte hemos contribuido a ello, y  ahora se  han  enquistado de tal forma que   hasta el servidor más humilde que nos atiende en la ventanilla se da el lujo de atenderte de mala manera, hacerte esperar aun siendo hora de trabajo. Todos nos están robando de una u otra forma, nuestro dinero o nuestro tiempo. Lo primero que debería hacerse para elegir a un burócrata para cada puesto es haciéndole un examen a concurso de competencia, y exigir que hagan su trabajo bien y expedito. Estoy enfurecida por que las noticias no son halagadoras para el país que ha sido tomado por una horda de rufianes y además en el día a día nos toca vivir su ineficiencia. Me toco ir al tránsito de Playa del Carmen  quienes han decidido que los ciudadanos quienes vamos  hacer algún trámite nos estacionemos, no adentro de un estupendo espacio hecho para tal cometido con sus cajones perfectamente pintados y lugares para discapacitados cerca del edificio,  sino por fuera de la barda, donde a pesar de muchos meses de haber sido levantada su parte externa  no cuenta con banqueta y está llena de huecos lodosos que  cuando llueve  te obliga a tomar la calle. Si cuentas con algo de suerte  puedes tomar uno cerca de la entrada o podrías llegar a estacionar hasta  una distancia de 100 a 200 metros dependiendo del horario del día.  No hay ninguna preferencia para alguien discapacitado o mayor. Cuando una señora con bastón preguntó si podía estacionar adentro. No, le dijo el policía de la pluma de la entrada. Una vez estacionada la mujer trató de cortar el camino entrando por el estacionamiento prohibido para coches pero supo que también para peatones, la entrada no es por aquí, le dijo el policía de mal talante,  indicándole que era metros más adelante, sin ninguna pizca de sentido común, donde además le toco caminar otros 100 metros para llegar  a las oficinas.
 ¿Díganme quien nos podrá defender de nuestros propios servidores empleados, si ellos se enseñorean como si fueran los dueños y los que les pagamos nos toca sufrir toda su ineficacia?

Es momento para exigir  a nuestros Servidores  rendición de cuentas, un estado de derecho y justicia para todos.