miércoles, 18 de septiembre de 2013

¿POR QUE CALLAN LOS PÁJAROS ?


Acostumbrada a despertar  por  el  trino incesante  de los pájaros, de los graznidos  escandalosos de  las chachalacas,  en estos días he despertado por no oírlos. La lluvia cae  hace semanas, me despierto pensando en donde están, debajo del follaje de los árboles, estoicos esperando que pase el chaparrón para secar sus alas,  volar y trinar. Siempre pienso que las circunstancias   externas, en mucho  se parecen a las internas. México sumido bajo el agua, por todas las costas. A estas alturas muchos de los ríos se salieron de su cauce arrasando a su paso lo que encuentra, llenándolo todo. Y  nuestros gobernantes  celebrando el grito de la independencia aun cuando la realidad es que esa ya no existe en este momento histórico de la humanidad en que todos dependemos de todos. Una televisión que nos vende los sueños  como el que la selección de futbol nacional es un  compendio de  maestros, a quienes deberían hacerles también la prueba del servicio profesional por lo que les pagan, sin duda lejos  de lo que  reciben  los maestros  que enseñan día a día en su salón de clase al México de mañana, o la difusión mediática  montada para la pelea del Canelo y Mayweather , el primero  enviado al matadero con el solo propósito de un beneficio económico  para todos los que se benefician, en su inconsciencia de sus 23 años , y el otro con la mirada perdida en su gloria, comiendo chicle desenfadado protegido a propósito por dos  gigantes  parodiando su    pequeña apariencia,   al mismo tiempo temible y poderosa.   Danza de  millones de unos pocos… espectáculo que me recordó las luchas a muerte en el coliseo romano. Mientras   el país sumido en una parálisis económica, en  el caos de la educación, de la reformas fiscal y energética…, que solo beneficia a los inmensamente ricos y al aparato burocrático que no tiene fin. Y... a la clase que nos toca trabajar para vivir, que nos toca reinventarnos con creatividad, ser emprendedores sin recursos,  no tenemos salida sino la de cada día viendo  cómo ser parte de un pastel que se comen otros, con una economía cada vez más pulverizada por los gastos médicos, por los seguros, por los intereses, por las leyes laborales,  empleados  destinados a cargar sobre la espalda los fardos de los demás. ¡Ahora que pase el chaparrón! a pagar  impuestos por colegiaturas, por las hipotecas, por las mascotas, y toda aquella letra chiquita que no luce en los discursos.

¿Porque callan los pájaros? estoicos, debajo de las ramas, de las hojas esperando que pase el chaparrón…

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