No
es de extrañar que a un recorte presupuestal lo primero que quieran desaparecer sea la Secretaría de Cultura. "Que no dio golpe
dice un comentarista".
Llegué
hace 10 años a Playa del Carmen y me
quede sorprendida que un lugar que tiene tanta afluencia de turistas del mundo
que vienen a visitar a “México” no existiera
en la zona una permanente estructurada
labor cultural en primera para crear un sentido de pertenencia de amor a sus raíces
para todos los que llegamos, nacieron, nacen y seguirán naciendo en este lugar
sobrado en bellezas naturales pero estéril en materia cultural. Y otra para que las miles de personas del mundo entero que nos
visitan se lleve el conocimiento de un
México autentico , su cultura pasada
y actual. En cambio se lleva la imagen del degradante Cocobongo, y los suvenires chinos importados
de los supermercados o de las Plazas que
brotan como maleza, y de los artesanos a lo largo de la 5ª avenida que se
nutren de un solo proveedor. Y eso que todavía no está el Dragon Mart.
No
podríamos saber los alcances de esta desaparición porque de todas formas en Playa del Carmen,
el beneficio de dicha identidad era escasa por no decir que nula. Porque aquí lo
que se necesita no es traer espectáculos y decir que se hace cultura. Urge en Playa
del Carmen un compromiso con la cultura desde el punto de vista educativo, para
la comprensión y apreciación de las bellas artes, para posteriormente adiestrar en las diferentes disciplinas de una
manera seria y responsable. Y esto tiene
que ver con que nuestras autoridades
culturales sean de alto perfil con conocimientos en esta área, capaces de
dirigir, de tomar el timón y no simplemente dejarse llevar al vaivén de los vientos de los políticos de turno.
En
la Riviera Maya vivimos en una especie de limbo cultural ajenos a lo
que sucede en el país, ajeno a lo que
sucede en el mundo. Los artistas se las
tienen que ingeniar para producir en un ambiente esteril de poca cultura e información.
Los
pocos servicios culturales que hemos tenido a través de las instancias
culturales de Playa del Carmen son escasos y de muy baja calidad porque además
el presupuesto es nulo y solo alcanza para mantener a la burocracia
de turno.
Si
la Secretaría de Cultura era un lastre, un elefante blanco que bueno que
desaparece. Pero si desaparece porque es a los asuntos culturales a los que se le recortan el presupuesto es una
equivocación. No hay mejor futuro para
un estado, si ese es el deseo de nuestros gobernantes, cuando se prioriza el bienestar de los jóvenes, cuando se les dan opciones de
vida, cuando se les brinda la oportunidad
de alimentar el espíritu, cuando se les informa y se les apoya en el caso de querer ser artistas. Sin duda alguna tendremos una
sociedad diferente, sin adicciones, sin violencia, un futuro mejor asegurado.
Si
Vargas Llosa en su ensayo “La desaparición de la cultura en el mundo” que llama ahora “La civilización del
espectáculo”, que bien vale la pena leer, aquí en Quintana Roo ya desapareció y ahora literalmente…
“Querer divertirse "es legítimo", pero convertirlo en un valor supremo tiene sus consecuencias: "la banalización de la cultura, la generalización de la frivolidad, y en el campo de la información, que prolifere el periodismo irresponsable de la chismografía y el escándalo".Fragmento de “La desaparición de la Cultura” Mario Vargas Llosa